El día que Pomelo fué DIOS

Estoy perplejo. Me resulta imposible encontrar las palabras adecuadas para relatar lo ocurrido en la tarde del sábado pasado. Sucede que por única vez en la historia de éste puto juego, la ridiculez emocional se impuso a lógica racional; la fantochada se hizo carne con la forma del capitán pomelo y se disfrazó de triunfo heróico (a la vez que polémico). Trataré de hacer todo lo posible por intentar reflejar lo que pasó.
Para empezar, nuevamente falló nuestro arquero a la cita. Una vez más Pomelo (el "espantacersio" para los amigos) se hizo cargo del arco mandarinero, con todo lo que ello significa (inseguridad, peligro de goles tontos en todo momento, etc). Del otro lado "Intercatabeta", combinado formado por mis "compas" de comunicación, viejos conocidos nuestros, especialmte por su juego fuerte. En la previa era un encuentro bastante chungo, mucho más afrontandoló sin un "arquero". A pesar de todo ello no hubo que pasar mayores sobresaltos en el primer tiempo, el cual transcurrió sin pena ni gloria en lo que fué un trámite supertrabado y bastante cortado (con exceso de pierna fuerte por parte del combinado de futuros comunicólogos). Sin embargo, el segundo tiempo estaría cargado de emociones. El ingreso del amigo Kocik en Intercatabeta fue un punto de inflexión en el match: el se encargó de estampar el 0-1 tras un estupendo remate a la ratonera (nada que hacer para pomelo), y el mismo se encargo de entregar una pelota comprometida a su propio arquero, que el pájaro supo capturar y transformarla en el 1-1 parcial. El 1-2 vendría luego un descuido defensivo con una mala salida de pomelo incluída. Y de ahí en adelante la polémica: a poco de finalizar el partido cobran un penal a nuestro favor (para mí fué bastante claro) el cual Juani ejecuta dos veces (la primera anulada por invasión) malográndolo en ambas ocasiones. Cuando la vida de la mandarina en éste campeonato parecía extinguirse, un puntinazo glorioso y salvador del pájaro puso el 2-2 definitivo en el marcador y nos fuimos a la lotería de los penales. Y aquí comienza un capítulo aparte...
Estaba claro que con pomelo defendiendo la valla cítrica solo nos podía salvar un milagro (y habrá que empezar a creer nomás...). Los encargados de patear el primer penal en cada equipo fallaron, y de ahí en adelante no erró nadie más al menos durante la próxima media hora. Sí digo bién, durante más de media hora se estuvieron ejecutando penales consecutivamente sin que se produjera un solo yerro. Durante los primeros 10 penales pomelo optó por hacer la lógica (de pomelo) quedarse quieto en medio del arco, con menos movimiento que un arquero de metegol. En los siguientes 10 empezó a moverse tratando de adivinar en vano la trayectoria de algun remate. Pero entonces llegaron dos momentos cruciales: pomelo, cual Chilavert, toma el balón para ejecutar el quincuagésimo penal de la mandarina, y realiza un remate razante que el arquero rival contiene no sin esfuerzo. Intercatabeta empieza a festejar por anticipado sabiendo que solo necesitaban convertir el siguiente penal para pasar a cuartos de final. Nosotros necesitabamos una epopeya: nuestro arquero tenía que atajar "algo" por primera vez en su vida. Y pomelo, acongojado todavía por su yerro anterior, cumplió: con un "tetazo" logro desviar el primer penal "caliente" y estirar la serie a dos ejecuciones más. El segundo momento decisivo no se hizo esperar mucho más: Ariel Kocik, mi amigo, el tipo con más onda que integra el amargo plantel de la Intercatabeta, estrello su remate en el palo, acción que desencadenó el grito de angustia contenido en los corozanes mandarineros. Crease o nó, sin arquero pero con el "espantacersio", la mandarina está por segunda vez consecutiva entre los 8 mejores equipos del torneo.
Definitivamente, nadie puede subestimar a este equipo...

Resultado final:
Mandarina Mecánica: 2 (X+1)
Intercatabeta: 2 (X)

La "X" representa el numero de conversiones producidas en la eterna serie de penales, de la cual dificilmente se tenga un numero aproximado al resultado real.

Calificaciones:
Pomelo (10): que más se puede decir. Le puso el pecho a las balas y con solo haber parado 1 de 200 ya es mi ídolo. Pomelo fué DIOS, nada más.
Pájaro (9): en un partido con poquísima llegada, en la que nuestro equipo practicamente ni pateó al arco, el tipo sacó dos goles de la galera.
Román (8): cada vez es más influyente en nuestro juego ofensivo y no por ello descuida su labor defensiva. Es un jugador de toda la cancha (y "raspa" de lo lindo)
Heber (7): sobrio como siempre, aunque le faltó un poquito de "brusquedad", necesaria en éste tipo de partidos, algo de lo que sabe y mucho.
Juani (6): definitivamente no fué su tarde. Gravitó poco en ataque, y falló en algo que es su especialidad; el tiro desde los 12 pasos. Por suerte en la serie de penales revirtió esta situación

Para destacar: la altísima efectividad que tuvimos en la definición por penales, lo que nos permitió seguir con vida a la espera del momento en que DIOS se decidiera a atajar.

Para lamentar: que sigamos dependiendo del DIOS Pomelo, cuando deberíamos contar con un hombre más adecuado para dichos menesteres.

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