La eterna fantasía final

Últimamente estoy posteando poco, y existe una razón. No, no es debido a que mis obligaciones/ocupaciones (las hay?) me quiten el tiempo, el motivo es mucho más profundo: estoy atascadísimo con el “Final Fantasy XII Revenant wings”. Hacía rato que no me cebaba tanto con un videojuego, me desconozco, mi nivel de adicción es absolutamente preocupante (menos mal que conocí a Mario Bros antes que a la cocaína...). Final Fantasy es una saga de juegos de rol/estrategia, nacida hace mas de 20 años en Japón, y que con el paso de los años ganó gran popularidad en occidente gracias al Final Fantasy VII (uno de los clásicos de la ya viejita playstation 1). En fin, se trata de juegos donde combate tras combate uno va evolucionando (gracias a los benditos puntos de experiencia) y es muy común atascarse en batallas jodidísimas, donde la paciencia es la principal virtud para alcanzar el éxito. Bueno, en este FFXII Revenant Wings se fueron al carajo con esa consigna, y hay combates que superan largamente la hora de duración... unos inconscientes. Derrotar a Caos y a Medea me llevo 75 minutos, una salvajada! Y recién voy por el 76% de juego completado... Mi vieja y peluda Nintendo DS corriendo el FFXII RW; que linda es mi plantilla de iludios (pero que nerd que soy!) Estos combates te consumen la vida... pero que adictivos que son!

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