Se juega como se vive II
En el ambiente del fútbol existe una mentira enorme, un tocuen que nos quieren vender aquellos iluminados que enarbolan la bandera romántica del buen juego, mediante un discurso que viene arraigado al origen de este deporte: o sea, esto es un juego. Es un juego y como tal solo importa divertirse, disfrutar, jugar lindo y como consecuencia de todo ello, ganar. Por lo tanto, se gana porque se juega lindo y no hay mas misterios. En ese ideal romántico-futbolístico siempre gana el mejor, sin discusión. Es un mundo idílico donde los mejores deben competir contra los mejores para saber quien es el mejor entre los mejores. Pero... -y esto es algo que ya todos sabemos- el triunfo no siempre es un premio exclusivo para los mejores. La mediocridad bien organizada puede dar pelea en ambientes donde por naturaleza, ni deberían presentarse a competir. Y la mediocridad MUY bien organizada puede mandar e imponer sus propias condiciones. Los románticos del balón se horrorizan ante frases como “no hay que dejar jugar”, “hay que neutralizar al oponente”, “hay que hacer tiempo”, “raspemos por turnos”, “hagamos falta táctica”. Todo ello es un cocktail venenoso que está al servicio de quitarle belleza al juego. ¿Para que sirve un jugador multifunción? ¿y los carrileros? Inventos posmodernos que tratan de arrebatarle la poca magia que le queda al fútbol. Pero lo que verdaderamente se esconde detrás de este malestar, es el temor a perder la hegemonía del mejor, la dictadura del virtuoso. Un mundo que se somete al reinado del mejor, siempre será un mundo mejor. O al menos eso pensarán ellos, peronistas del fútbol... ![]() (Se juega como se vive, primera parte 4/4/2006) |
Labels: Filosofía barata, Fútbol
2 Comments:
Lo q hubiera sido la mandarina con mou de DT!!!!
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Fabricchio, at 7:38 PM, April 20, 2011
jaja había mucho "guardiolismo" en el equipo, pero se jugaba como se vivía!
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Unknown, at 5:25 PM, April 21, 2011
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