Algunas observaciones sobre la "amistad con beneficios"

Uno de los vínculos más fascinantemente contradictorios que me ha tocado experimentar, es la mal llamada "amistad con beneficios". Este tipo de relación es, quizás, la variante más evolucionada, efectiva y eficaz, hasta el día de la fecha, para evitar lo que alguna vez he dado en llamar "daños colaterales de la cogida". Y en ese sentido, la "cogida benéfica" es una bendición para todos aquellos que desean coger sin ser cogidos: es el recurso último y más idóneo para mantener con vida una ¿amistad?. Bah, cobardía absoluta.

Donde está la pasión cuando se coge con paracaídas? Donde estan los beneficios cuando te cogés un amigo? Donde está la amistad cuando buscas beneficios?

Obviamente, la amistad con beneficios no existe como tal. Está viciada de hipocresía, una hipocresía alimentada por temores e inseguridades propias de los tiempos que corren y de bipolaridades galopantes...

Una amistad con beneficios es, a mi juicio, ser amigo de una prostituta (descuentos al por mayor jaja) o de un cana o de un plomero o de un abogado o de un lo que sea que me pueda ser útil en una X situación -aunque no me imagino haciendome amigo de un plomero solamente para que le cambie el cuerito a la canilla del lavabo, y mucho menos para cogermelo (eso no sería un beneficio!)-
O sea, quién quiera beneficios que busque beneficios, quién quiera amistad, que la cultive, pero si querés ambas cosas en un solo pack nunca lo vas a encontrar, sencillamente porque no es real.

Mi proclama es sencilla y directa: beneficios SI, amistad... ¿para qué?

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