Escupiendo el asado

Thursday, January 25, 2007

Después de la huída

Fueron 14 días. 2 semanas raras, divertidas, raras, emocionantes, raras, inolvidables, raras, etc. Muy raras. Estaba claro que luis y yo no buscábamos unas simples vacaciones (las malas lenguas dirán, "si viven de vacaciones"): lo nuestro era una huída, un escape de todas nuestras respectivas mierdas acumuladas durante gran parte del año pasado. Y bien sabido es que la mierda nos une. El problema es que en toda huída, uno apenas se lleva lo puesto y poco más, y si estando en un camping, ese "poco más" no incluye un abrelatas, cubiertos, platos, calentadores, bolsas de dormir y diversos etcs esenciales, no la vas a pasar muy bien... al menos los primeros 2 días.

Mas allá de alguna diferencia mía con el hippismo de la zona, logramos hacernos de amistades valiosas, a fuerza de guitarra y temas de Spinetta, Creedence, y canciones como "mañanas campestres" cortesía de luis y su enorme talento para encandilar hippies. Pasamos 6 días en ese lugar y conocimos personajes entrañables como "Palito" (un hippie viejo y mugroso que toca la guitarra como los dioses) Abel (un gay que se enamoró de Luis) Renee (una mina que es mitad holandesa mitad boliviana, que se nacionalizó ecuatoriana y a pesar de todo no entiende un pomo de español) Priscila (una de las minas más copadas que conocimos durante toda nuestra estadía) y "Wally" (un personaje difícil de definir).

Luego migramos unos días hacia la casa de Nico, un gran amigo y borracho empedernido, el cual nos albergó desinteresadamente, pasando a ser parte esencial de nuestras salidas y borracheras futuras. Un grande, de verdad.

Nuestra ultima estapa en Gesell fue por lejos, la mejor y la que más disfrutamos. Quemamos nuestros últimos cartuchos en un "Hostel" bien alejado de la zona céntrica. Para el que no sepa que es un Hostel, les cuento que es una especie de albergue para jóvenes en el que todos comparten todo, desde las habitaciones hasta el comedor, razón por la cual estábamos casi obligados a relacionarnos entre sí (esa es la idea). Allí pegamos una onda increíble con gente de diversas nacionalidades y culturas, y sin ir más lejos, con los propios dueños del lugar: una mujer llamada Azucena (terrible borracha, fiestera, y por sobre todas las cosas, dueña de una sensibilidad arrolladora) y Mario (el único tipo que supo darme consejos "de verdad"). Y el resto, imposible de olvidar: de España, Josema y "María", un dúo de valencianas terriblemente copadas, con una onda espectacular, y un estomago de adamantio capaz de soportar las excesivas y para nada recomendables ingestas de alcohol diarias a las que se sometían. De Inglaterra, Samuel y Millie, el primero fanático del fútbol de la premier league, hincha del Liverpool y amante de nuestro choripan, y la segunda, pura dulzura, un encanto de mujer, fanática de Arctic Monkeys y Catupecu Machu (una mala tenía que tener) fue mi compinche ideal; me enseño un juego con las cartas de Poker que yo desconocía y yo le explique como jugar con las cartas de
"Lucha Fuerte"*. Lamento no haber desarrollado un nivel de ingles más completo, razón por la cual nuestra comunicación sufría "pérdidas" en el camino. De Canadá, Janine o también conocida como "la canadiense", era la típica mina que no entiende un carajo de nada y se ríe de todo y que además está para partirla en dos (Nico fue el único que llegó a tener lo que se dice un diálogo fluido). Y también estaban los de Noruega, las Suecas y otros más que no tenían tanta onda como los antes mencionados.

El asado de la última noche, la paella que no fue, las guitarreadas de luis, mis peleas sobre la mediocridad del rock español y el nulo talento de Sabina, y varios etcs más fueron momentos definitivamente inolvidables, pero más inolvidable aún será la despedida, con canción incluída de las españolas, los abrazos interminables, los rostros llorosos, que a más de a uno le haría tambalear la estantería, y la frase que Millie me dijo al oído, mientras abordábamos el remis que nos dejaría en la terminal "you are a nice person, and i like you..."

*El mazo me lo prestó un freak fanático de héroes del silencio, cuyo nombre ya no recuerdo

3 Comments:

  • Che que bueno me alegro mucho, aunque me das envidia (de la insana, como debe ser) es que nunca llegaría a comunicarme asi con la gente en 1 semana.

    By Blogger Unknown, at 9:46 PM, January 25, 2007  

  • ah yo justo estaba pensando en los borrachos, en los hippies que no son tan malos(uno se acostumbra),en los fanaticos de sabina(dejalos..pobres,si les gusta..),en el ingles que se aprende mirando peliculas subtituladas, y en el terror de las despedidas.

    By Blogger Arielo, at 10:48 PM, January 25, 2007  

  • Supongo que al pasar tan pocos días en un lugar donde hay tanta buena onda, todas las sensaciones se potencian, eso explicaría el milagro de la comunicación fugaz. Y los vidoejuegos también son otra gran fuente de aprendizaje del idioma sajon.

    By Blogger JP Lima, at 1:44 PM, January 26, 2007  

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