Cine para entendidos

Ultimamente estoy atrapado con cierto tipo de peliculas que se podrían calificar lisa y llanamente como detestables. Pero no. Se trata de un cine en el cual la trama gira sobre un hombre joven y generalmente exitoso, que en el mejor momento de su carrera/trabajo/relación, sufre un inesperado y rotundo fracaso, que lo lleva a replantearse los aspectos esenciales de la vida, a caer en la depresión profunda y en algunos casos hasta pensar en el suicidio. En este tipo de tramas siempre el protagonista regresa a sus raices, su pueblo natal, generalmente por algun hecho fortuito de la naturaleza (la muerte de un familiar directo), situacion que lo lleva a confrontar su vida pasada (familiar y conflictiva) con la actual (fracasada y a la deriva). Es entonces cuando entra en escena el típico personaje femenino que rompe con la monotonía de la película. Su actitud siempre es positiva, desenfadada, alegre, chispeante, despreocupada, y bastante naif. La típica pelotuda, bah. Ella tendrá la misión autoimpuesta de enseñarle al protagonista fracasado y depresivo la "belleza" de la vida, tratará por todos los medios de contagiarle su optimismo, de cambiar su visión del mundo. Y en la mayoría de los casos lo conseguirá. Pero esa actitud esconde un pasado (cuando no), un secreto o una razón superior que la hace ser como es (cancer, leucemia, sida, en fin, generalmente esta sentenciada a muerte), dato que al salir a la luz hace tambalear el encantamiento inicial. A esa altura del partido, seguramente ya existe algun tipo de relación afectiva entre ambos, una fuerte conexión, tal vez amor. Y entonces, siempre sobre el final, entra en escena la "realidad", que manda al carajo los arcoiris de azucar y los atardeceres soleados. Ella muere/desaparece/regresa al manicomio. O en el mejor de los casos, la balanza depresión/optimismo se equilibra dando paso al final incierto (el típico final holiwoodense con beso incluído) de un futuro en común.

En éste tipo de películas, la mayoría de los espectadores nos sentimos identificados con el protagonista, porque no hay un sentimiento más universal que aquel que se desprende del fracaso (que sería algo así como perder la brújula en el medio del amazonas... angustiante). Y quién no desearía cruzarse con una hipotética Kirsten Dunst/Scarlett Johansson que nos arrebate de ese momento de amarga incertidumbre, que nos de un cachetazo de impulsiva banalidad, que nos diga que la vida es un milagro maravilloso y que la única revolución posible se logrará con una sonrisa. Pelotudas? jajaja no nada que ver.


Top 5: buscapinas para la amargura


1_ Kirsten Dunst en "Elizabethtown": la película es una mierda, pero tiene ese no se qué... ella es como una garrapata de optimismo y cliches pelotudos, pero con un excelente gusto musical. El es un diseñador de calzado que trabaja para Nike, a la cual le provoca perdidas millonarias con un modelo de su creación. Lo despiden, su novia lo abandona, está a punto de suicidarse cuando una llamada le informa el fallecimiento de su padre... marche una Kirsten Dunst por ahí.




2_ Natalie Portman en "Garden State": interpreta a una mina epiléptica que está medio pirucha y obsesionada con actuar de forma original todo el tiempo. Ridícula y adorable. El es un actor en ascenso que, o casualidad, se entera de la muerte de su madre paralítica (de cuya parálisis es principal responsable) y debe volver a su pueblito natal para el funeral. Terapia para 2.






3_ Charlize Theron en "Dulce Noviembre": vomitiva película. Ella es otra pirucha que se obsesiona con la frialdad de Keanu Reeves, cuya actitud se empeña en cambiar. Se enamoran y ella se muere de cáncer (uh, les cagué el final).





4_ Joey Lauren-Adams en "Chasing Amy": lesbiana desenfadada se enamora de un acartonado dibujante de comics (o viceversa). Un pasado poco lésbico e inseguridades pelotudas generan una trama sobresaliente. No sé cuantos personajes femeninos hayan hablado de sexo de forma tan abierta y honesta en la historia del cine.







5_ Kate Hudson en "Almost Famous": ella es Penny Lane, una groupie norteamericana de principios de los setenta (epoca de reviente por excelencia) por quién pierde la cabeza un incipiente periodista de la Rolling Stone. Es "la" boluda del rock por excelencia, a medio camino entre una Nancy Spungen y una Sable Starr.

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