Militancia 2.0

Desde la repentina (como todas) muerte de K, hay algo que me esta dando vueltas en la cabeza, algo que no me cierra del todo, suerte de fenómeno cuyo análisis urge, fundamentalmente entre aquellos que deseen obtener el mayor rédito político posible: Obviamente estoy hablando del impacto que provocó su deceso entre los jóvenes argentinos, y por joven argentino entiendasé a todos aquellos que estamos dentro de un rango etario entre los 18 y 35 años mas o menos. Ok, tenemos una masa de miles de espontáneos, militantes y no militantes, que estuvieron en la plaza dando forma a otras de esas multitudinarias manifestaciones populares de afecto, que tanto emocionan a los que gustan emocionarse de las manifestaciones populares. El argentino promedio es muy sensible ante la muerte (y quién no?), y en las condiciones tan trágicas en que ocurrió todo, hasta a mí se me cayó una lágrima de solo ponerme por un momento en la piel de Cristina. Como no acompañar a la presidenta y querer darle un abrazo sincero, teniendo en cuenta la pesada carga heredada que se apoya en su baqueteada humanidad.
Los jóvenes, en su mayoría aquellos que nacimos en los 80, tenemos algún vago recuerdo de Alfonsín, que pudo surfear kilombos aunque sucumbió luego de la hiperinflación del 89 (época en que un caramelo 1/2 hora llegó a valer 1000 australes, sí, yo lo viví). Ménem, personaje nefasto si los hay, privatizó todo lo que se le cruzó por el camino, desreguló la economía, eliminó la prohibición a las importaciones (sabia medida a través de la cual me pude comprar el Super Nintendo), pero su personalidad corrupta ya nos había hinchado las bolas a unos cuantos, que aún sin tener interés de participar activamente en política, nos empezábamos a sentir identíficados con canciones como "Señor Cobranza". La inoperancia de De la Rúa no hizo mas que despertar ese "señor cobranza" que dormía en el seno de la clase media y todo derivó en aquel inolvidable que se vayan todos a la reconcha de su madre. Para entonces, el único consuelo que teníamos era que con los milícos estábamos peor (pero tampoco la vivímos, así que nada, 2001 efectivamente era lo peor que sucedió en nuestras vidas...)

Bajo ese contexto, Kirchner, para nosotros, los "jóvenes" represento el primer presidente "posta", o sea, si esta bien, se enriqueció bastante, su patrimonio se multiplicó a full durante su estadía en el poder, pero al menos ayudo a sacar al país del infierno en el que se encontraba en 2001, dejándolo en un infierno "habitable". Tomó alguna que otra medida popular que siempre se agradece. No manejaba Ferraris, no se culeó a la Pradón y hasta su mujer nos caía simpaticamente atractiva (a algunos). Para nosotros fue un primer acercamiento a la "normalidad" política (así que de esto se trataba?). Se compró a casi todos los organismos de Derechos Humanos con gestos, palabras y hechos. Muñeca política a full. Mientras los vientos eran favorables todo iba bárbaro, pero cuando cierto sector de la prensa dejó de acompañar el proyecto, ahí conocimos al Néstor mas "border", dispuesto a llevarse puesto al conglomerado de medios mas importante del país. La cosa se le fue totalmente de las manos con el rechazo opositor a la resolución 125, y la cereza del postre fue la rebuscadísima trama sobre el caso Papel Prensa (seamos realistas, acusar a Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y etc de cometer crímenes de lesa humanidad en el marco de la compra de acciones de Papel Prensa, es algo muuuy difícil de comprobar...) Pero si algo logró destapar el conflicto con los conglomerados monopólicos de la información (bue, el grupo Clarín llamemosle), aunque de manera casi involuntaria, es esa suerte de neocultura 2.0 en la que estamos inmersos actualmente, la cual la denomino, tomando prestado un termino "facebookero"la generación del "me gusta/no me gusta". Nosotros, los jóvenes de 18-35 años, metimos en una bolsa de gatos un montón de conceptos que podriamos llamar los "no me gusta", a saber: milícos, represión, FMI, USA, liberalismo, derecha, policía, catolicísmo, Grondona, Mirtha Legrand, Sociedad Rural, Macri, Hitler etc, etc, todo ello lleva el pulgarcito para abajo, no guta. Por oposición a lo anterior, es fácil deducir lo que nos gusta: madres, abuelas, la plaza, pañuelos, el Che, judíos, Barone, Barragán (porque "canta lindo" jajaja), comedores populares, marihuana legal, casamiento gay, etc etc. Lo que no encaje dentro del "me gusta/no me gusta" automaticamente es desechado, ninguneado y no merece análisis alguno mas allá de la descalificación de quién corresponda. Tenembaun, soldadito de clarín, Cabito, gordo simpatico que le pagamos el sueldo por hacer 3 chistes al mes. Lanata gordo vendido, Caparrós mercenario que habla de los 70s para vender libros y asi se van sucediendo los pulgares hacia arriba y hacia abajo, y nuestras mentes siguen automaticamente ese movimiento, sin analizar mucho quien dice, que dice o por que lo dice, solo se fijan dentro de que bolsa hay que meterlo de acuerdo a la lógica del "me gusta/no me gusta" y punto. Dualismo absoluto, Kirchnerismo al mango. Estas conmigo (madres, plaza, pañuelos) o sos contra (milico, derecha, Grondona), y si dudas sos un careta. En ese sentido, la multitud de jóvenes reunidos en la plaza para despedir a K, representaron un gran pulgar hacia arriba, un masivo "me gusta" que se traslado a la presidenta (quién ya tomó el guante). No nos quedó muy claro el tema de la desaparición de Julio López, la valija de Antonini Wilson, el caso Skanska, las candidaturas testimoniales y el asesinato de Mariano Ferreyra, pero... las madres nos gustan! asi que por extension K nos gusta. Para que se hagan una idea de lo que estoy planteando, 67rocho ahora titula el amor (kirchner) venció al odio (oposicion), el bien triunfa sobre el mal! el bien me gusta? sí? pulgar hacia arriba!!. Esto es la militancia 2.0
En conclusión, el "me gusta" para el militante 2.0 es algo así como el aguante del fútbol, es la fidelidad hacia un modo binario y simplista de hacer política, que desde lo discursivo compramos con los ojos cerrados (aunque en los papeles haya bastante que replantearse). Ya lo tenemos grabado a fuego en nuestras cortas memorias, aunque ganes o pierdas, yo te sigo a todas partes (hasta el cajon), estoy con vos y te apoyo porque "me gustas" y punto. Hay inflación, se nota, la birra subio un 30% en los últimos 2 meses, pero no importa, bajaste el cuadro de Videla (y aunque sea humo yo te lo compro). Mientras tanto, cualquier idea superadora que no provenga desde las mismas huestes de la burbuja kirchnerista, será sometida al simplismo analítico de los Orlando Barone y Sandra Ruso de turno, por lo que dificilmente sea acreedora de nuestro valioso pulgar en alto...

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