Transgresión

Sensación extraña y hermosa es la de darse palos innecesarios por ser imprudente; es como si te avisaran dos cuadras antes que vas en contramano, y a pesar de todo continuas en el mismo sentido, hasta desembocar en el accidente irreversible. Y al día siguiente volvés a repetir la misma negligencia, obteniendo igual resultado (en este blog supe afirmar alguna vez que de los errores no se aprende). Después de putear por lo boludo que sos, pasas a darte cuenta que la transgresión nunca es un error. Pienso que sería mucho más pelotudo aquel que se accidenta respetando las normas de tránsito, dado que toma todos los recaudos necesarios para que no le suceda. En cambio, el que transgrede sabe que tiene altas probabilidades de hacerse mierda, y a pesar de ello continúa estóicamente, guiado por un irrefrenable deseo de autodestrucción. Y está buenísimo!!. En serio. Si te sale bién vas a descubrir una nueva verdad, una que yo desconozco absolutamente. Pero en el caso de no ser así, a quién carajo le importa el desenlace...

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