Escupiendo el asado

Friday, February 24, 2006

Derribando mitos*

Terminemos con las mentiras. La eyaculación precoz no es un problema masculino. Las razones de esta polémica afirmación tienen unas profundas raíces nietzchianas, a saber: si la única y verdadera motivación del hombre es el disfrute de los placeres (más específicamente los placeres de la carne, y con esto no me refiero a lastrarse una tira de asado), entonces la eyaculación supone el summun de placer másculino, efectivamente realizado. En efecto, cada vez que el hombre alcanza el orgasmo durante un acto sexual, no hace más que satisfacer este deseo primario fundamental y superior. Ok, todos sabemos que los tiempos son distintos para cada hombre, y algunos son más ansiosos que otros, por lo que suelen "terminar la obra" con solo poner un ladrillo. Pero si llegar a la meta les lleva 30 segundos o 3 horas, no es motivo de preocupación, si al fin y al cabo cumplen con el objetivo (eyacular). El inconveniente surge con la mujer y su insatisfacción, y es entendible, dado que es muy feo ser participe de una fiesta que concluye ni bien empieza. Pero esta insatisfacción femenina no hace más que reafirmar nuestra sentencia inicial; si la mujer no logra alcanzar el orgasmo es su problema, y su compañero precoz no tiene ni debe pagar los platos rotos, solamente por haber cumplido con su tarea (alcanzar su propio orgasmo).

Pasando en limpio todo lo anterior, lo que se trató de exponer fue lo siguiente:
1_ El eyaculador precoz, en el campo sexual, es un ser humano como cualquier otro, salvo que no puede evitar bajarse del bondi tres paradas antes.
2_ La mujer, al no poder alcanzar el climax, se encuentra ante un grave problema el cual lo enfoca sobre su compañero precoz, culpable de no saciar su apetito.
3_ Diganme ahora de quien es el verdadero problema?, del que logra alcanzar su propio orgasmo o del que se queda con las ganas?...

* En colaboración con el Lic. Luis W.


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