Pete & Carl
Es como toda gran amistad. Empiezan siendo dos tipos que no tienen nada que ver el uno con el otro, en apariencia, hasta que un factor determinante de comunicación humana los une irremediablemente: el rock. Como todo duo que se las trae, una mitad se constituye en el lado salvaje (Pete Doherty) y la otra vendría a encarnar la parte racional (Carl Barat). Esto tomado siempre entre comillas, ya que estamos hablando de todo lo salvaje y racional que se puede ser sobre el trinomio sexo, drogas y rock&roll. Descontrol y mesura; el yin y el yang, 2 hacen 1 y 1 es mas que 2. La unidad mas simple y perfecta posible está felizmente conformada (The Libertines).
Pero la naturaleza de los hombres son distintas, y las cohesiones especialmente volátiles cuando aquello que los une es el rock: la inestabilidad hace acto de presencia cuando la mitad salvaje asume como norma fundamental, el paradigma rockero de la autodestrucción como estilo de vida. Y confrontará irremediablemte con su contraparte, cuyo instinto de supervivencia y adaptación trasgrede las reglas del rock.
La unidad se termina de fraccionar cuando entra en escena el elemento de ruptura por excelencia: la mujer (Kate Moss). No existe una química mas fuerte que la resultante entre el amor y la autodestrucción, y sus efectos son devastadores. El enamorado autodestructivo (Pete Doherty) solo piensa en términos absolutos; todo o nada, odio o amor, se vive o se muere, es ella o no es ninguna.
Cada uno se verá obligado a hacer camino por su cuenta, y con suerte dispar. Todas las miradas estarán puestas en el kilombero autodestrucivo (Pete) y su puta del rock, en sus excesos, en cada pelotudez que haga o diga. Y cuanto más enajenado y arruinado (Babyshambles), mas atractivo y profundo será para los demás . Se convertirá en el nuevo romántico, el último, y en consecuencia será amado u odiado sin términos medios, para algunos será candidato a ocupar un lugar entre los inmortales románticos (Jim, Kurt, John, etc) lo cual no conseguirá hasta el día que muera prematura y estupidamente. Para el resto, simplemente será un boludo máximo.
El otro (Carl), se refugiará en las cosas que cree, proyectará un futuro (Dirty Pretty Things), buscará un balance y por sobre todas las cosas tratará de averiguar si es un hombre o aprendiz de puta. Eligió la vida y la vida no tiene rock, como tampoco lo tiene Paul McCartney y los Rolling Stones (la vejez no tiene rock). Y si elegiste la vida no hay que mirar atrás, nunca. Solo resta seguir y rogar que nuestro camino este plagado de autodestructivos con onda.
Nota: recomiendo escuchar "Waterloo to anywhere"
Pero la naturaleza de los hombres son distintas, y las cohesiones especialmente volátiles cuando aquello que los une es el rock: la inestabilidad hace acto de presencia cuando la mitad salvaje asume como norma fundamental, el paradigma rockero de la autodestrucción como estilo de vida. Y confrontará irremediablemte con su contraparte, cuyo instinto de supervivencia y adaptación trasgrede las reglas del rock.
La unidad se termina de fraccionar cuando entra en escena el elemento de ruptura por excelencia: la mujer (Kate Moss). No existe una química mas fuerte que la resultante entre el amor y la autodestrucción, y sus efectos son devastadores. El enamorado autodestructivo (Pete Doherty) solo piensa en términos absolutos; todo o nada, odio o amor, se vive o se muere, es ella o no es ninguna.
Cada uno se verá obligado a hacer camino por su cuenta, y con suerte dispar. Todas las miradas estarán puestas en el kilombero autodestrucivo (Pete) y su puta del rock, en sus excesos, en cada pelotudez que haga o diga. Y cuanto más enajenado y arruinado (Babyshambles), mas atractivo y profundo será para los demás . Se convertirá en el nuevo romántico, el último, y en consecuencia será amado u odiado sin términos medios, para algunos será candidato a ocupar un lugar entre los inmortales románticos (Jim, Kurt, John, etc) lo cual no conseguirá hasta el día que muera prematura y estupidamente. Para el resto, simplemente será un boludo máximo.
El otro (Carl), se refugiará en las cosas que cree, proyectará un futuro (Dirty Pretty Things), buscará un balance y por sobre todas las cosas tratará de averiguar si es un hombre o aprendiz de puta. Eligió la vida y la vida no tiene rock, como tampoco lo tiene Paul McCartney y los Rolling Stones (la vejez no tiene rock). Y si elegiste la vida no hay que mirar atrás, nunca. Solo resta seguir y rogar que nuestro camino este plagado de autodestructivos con onda.
Nota: recomiendo escuchar "Waterloo to anywhere"
Labels: Música, Pete Doherty
1 Comments:
Pasarìa una noche de excesos con Kate...querìa decirlo..
pasate por el blog amigo JP hay un cuestionario q espera ser contestado por ud...
abrazo
By Fabricchio, at 8:34 PM, August 22, 2007
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