Fútbol, las madres y la hipocresía de siempre

El mundial 78 es un dolor de bolas. Hace poco se cumplieron 30 años de la gesta deportiva sin igual, y como cada vez que el aniversario de x suceso coíncide con un número redondo (como hace poco pasó con la última dictadura militar) el bombardeo mediático hace que uno no pueda esquivar el tema. El contexto en que se desarrollo el mundial hace imposible no evitar caer en los típicos cliches, como que cada vez que se menciona el tema se tenga que acompañar con una mueca de amargura (si uno es presentador televisivo) o de indignación (si sos Hebe de Bonafini). Por un lado se discutira la cuestión deportiva, cuyo discurso predominante es el del arreglo del mundial por parte de los milícos, hecho que se comprobaría con el famoso 6-0 a Perú. Luego se añadirá la cuestión social, donde los principales intelectuales y premios nobeles de la paz como Perez Esquivel (que me atrevo a decir que nunca pateó una pelota) se preguntarán y repreguntarán hasta el infinito ¿como puede ser que el pueblo salga a festejar mientras el gobierno tortura y asesina gente? y luego, está la fusión de ambas cuestiones cuando el periodista de turno encara a Menotti y le pregunta ¿pero flaco, ustedes no sabían nada?

Separemos los tantos. Empecemos por la tesis del mundial arreglado para argentina: organizar el mundial en nuestro país era vital para el gobierno de facto, ya que sería una forma de demostrar al mundo que en el país esta todo bien, que somos derechos y humanos, al mismo tiempo que el pueblo argentino se hipnotizaba mirando una pelota manchada con sangre. Pero si la selección no ganaba la copa, la fiesta de todos hubiera sido una poronga. Pero ¿de verdad hubo arreglo? y sí, el 6-0 a Perú lo dice todo.. pero no, yo creo que no dice tanto. Recapitulemos, Argentina se clasifica para la segunda fase, la cual en aquella época se jugaba en 2 grupos de 4 selecciones, de las cuales los ganadores de ambos grupos disputaban la final. En la zona de Argentina estaba Polonia, Perú, y Brasil. Y aquí el partido importante no fue la goleada a Perú, sino el empate con Brasil. Ese empate fue milagroso: como de costumbre, los morochos nos hicieron zambar de lo lindo, y el 0-0 final solo se puede explicar por las impresionantes atajadas de Fillol (o ahora van a decir que los brasileños apuntaban a las manos del pato por expreso pedido del gral Videla?). Si Brasil ganaba ese partido, por mas que le hicieramos 100 goles a Perú no nos iba a alcanzar para jugar la final... entonces?. En el partido con Perú pudo haber existido algún tipo de arreglo, negarlo sería pecar de ingenuo (aunque Perú no jugaba por nada, y aún así metieron un tiro en el palo cuando el resultado era 0-0) pero insisto, si yo soy Videla y quiero asegurarme que la copa quede en mi país, o sobornaba a los brazucas para que vayan pa atrás o compraba la terna arbitral de aquel partido, no hay otra. Luego vino la finalísima con Holanda, de la cual hay que destacar un tiro en el palo de Ressenbrink a pocos minutos de concluír los 90, que hubiera significado el mas triste final (una vez mas, ¿apuntó al palo por expreso pedido de Videla?). La moraleja que uno puede sacar de todo esto es que los milicos tuvieron muchísimo culo.

Ahora vayamos con las responsabilidades. Esta de moda defenestrar a menotti por haber dirigido al equipo campeón y por haber agradecido los elogios del dictador Videla. Menotti, de formación socialista, cometió el pecado de desafectar a Maradona y convocar al Beto Alonso por expreso pedido del general. Y salió campeón del mundo. Y entonces el periodista incisivo de turno dirá "Pero Menotti ¿usted sabía lo que estaba pasando?" sí, claro que sabía, estaba tratando de formar un equipo competitivo para ganar la copa mundial de una puta vez! o que se supone que debía hacer? inmolarse junto al plantel campeón en presencia de la junta militar???!!!

El mundial 78 fue nefasto, porque se desarrolló en uno de los períodos más oscuros de la historia argentina. Y punto. Ahora, si además de eso vamos a acusar por complicidad con la junta a Kempes porque hizo 6 goles, a Fillol porque se atajó todo, y a toda persona que haya tenido responsabilidad en el éxito deportivo que adormeció a un país, entonces la careta de doble moral se nos caga de la risa en la cara. Y otra más, ¿que carajo sabía el loco Houseman sobre marxismo y revolución popular? está claro que si seguimos dando lugar a reclamos de este tipo, es porque entendemos tanto de sentido común como una madre de plaza de mayo entiende de fútbol...

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