Station to Station

Mi vida es como una discografía de un artista prolífico: es extensa en su brevedad, inmediata, con subidas y bajadas pronunciadas, y principalmente con escasos pero cruciales momentos de transición. Ahora estoy en uno de esos momentos, donde uno es conciente que esta dejando algo atrás para pasar a otra cosa, sacrificando parte de lo que te permitió ser lo que carajos sea que sos , para alcanzar algo que no tenés ni la más puta idea de lo que puede llegar a ser. Pero está claro que hay que hacerlo para poder seguir adelante. Estoy en un momento muy Station to Station usando un paralelismo con la discografía de Bowie, o Electronic Sound para el que prefiera a Harrison. Te estás despegando de tu origen, haciendo cosas que carecen de sentido, lanzándote al precipicio sin paracaídas, fabricando basura inexplicable que solo podrá ser legitimada en un futuro, siempre y cuando ese futuro se llame All Things Must Pass. Pero tampoco necesito tanto, All things... es demasiado excesivo, demasiado sublime. Quizás con un Cloud Nine me conformo, no pido mucho. Necesito llegar a eso, para que toda esta mierda actual pueda catalogarla en el futuro como un “momento de transición”.

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