Sentido común

Siempre me dije a mí mismo que es preferible mirar hacia adelante y no detenerse en el pasado ("y ser un pueblo sin memoria" diría algún zurdo recalcitrante), pero no sé si es por qué me siento demasiado viejo, o estoy experimentando un proceso de envejecimiento prematuro, o es un simple fundamentalismo irracional, pero ya no quiero avanzar. Por favor, basta, no me interesa saber como será la sociedad del futuro, ni siquiera la quiero vivír. No es necesario ser un Nostradamus para darse cuenta que los conflictos sociales, políticos y económicos, a nivel mundial, serán cada vez más graves: es evidente que la democracia, los derechos humanos, Greenpeace y las ballenas, solamente forman parte de un discurso que se adapta a los fluctuantes vaivenes de la agenda política de turno. Lo que hace 50 años era el genocidio del pueblo judío, hoy es el "ataque preventivo" sobre células terroristas que habitan una determinada nación (Irak, Líbano, etc). Pero claro, no se puede comparar. No se puede comparar la masacre Armenia con Auschwitz. No se puede comparar Cromañon con la AMIA. Y es cierto. Pero por sobre todas las cosas no se puede herir la suceptibilidad del pueblo judío.
Siento asco de los medios de comunicación en general, y en particular de los argentinos: cuando Estados Unidos ocupó Irak, la mayoría se expresó en contra de tal acción, G. W. Bush fué condenado por la sociedad, se lo tildó de genocida. Incluso las agrupaciones de izquierda se hermanaron bajo lemas del tipo "fuera tropas yanquis de Irak", y a su vez elogiaban la "resistencia" iraquí.
Pero cuando Israel decidió bombardear "preventivamente" el Líbano, nadie se desgarro las vestiduras por ello. Nuestros medios, preocupados por la fuerte influencia que tiene la comunidad judía en nuestro país, por primera vez se jactaban de ser objetivos, y no emitían juicios de valor. En consecuencia, éste conflicto nunca fué abordado debidamente, ni siquiera como un tema central. El colmo llegó en las últimas semanas, cuando escuché las pelotudeces más grandes. Algunos medios hablaban de "guerra al terrorismo", otros mencionaron supuestos contraataques del Hezbollah, mientras que para otros los daños colaterales* pasaron a ser datos "de color". Desconozco si existió algún tipo de escrache a la embajada de Israel, y dudo mucho que la CEPA haya diseñado pancartas que elogien la resistencia del pueblo libanés. El resultado de todo esto es una gran desinformación: el común de los ciudadanos ni siquiera sabe quien carajo es Ehud Olmert.
Pero lo más triste de todo, es que por volcar opiniones así, uno corre el riesgo de ser tildado de antisemita...


(*)"La destrucción extensiva de centrales eléctricas, de plantas de tratamiento del agua así como de infraestructuras viales indispensables para el transporte de alimentos y de ayuda humanitaria era deliberada y formaba parte integral de la estrategia militar de Israel en el sur del Líbano" (informe de Amnesty, organización de defensa de los Derechos Humanos con sede en Londres).

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El estigma de los negros

Existe una relación de amor/odio entre los negros (y cuando digo "negros" me refiero a la gente de raza negra, también mal denominada gente de color, o en su defecto afroamericanos) y nuestro fútbol. Ser negro en el fútbol argentino es un sello distintivo, una etiqueta (natural en este caso) como también lo es "zurdo habilidoso","grandote rústico" o "petiso encarador". Pero con los negros se dá una situación bastante particular: si se mandan una cagada, el hincha promedio argentino no tiene reparos en otorgarle el adjetivo "de mierda" automáticamente. Asimismo, si hacen algo bien, por mínimo que sea, pasan a ser ídolos de la hinchada. Ejemplos sobran: desde el primo de Asprilla a Jairo Castillo, pasando por John Jairo Trellez, Alphonse Tchami, el "Palomo" Usuriaga, Bahiano, Ibrahim Sekagya y el indecifrable "Balín" Bennet, cada uno de ellos fueron héroes y villanos al menos 5 veces por partido.
Todo lo que es diferente, a los ojos del hincha xenófogo promedio del fútbol argentino, es merecedor de calificativos tan halagadores como "corré negro puto" "con dos negros más haríamos diferencia" "y que querés, si es un negro!!" y el cantito aún más halagador "olé, olé, olé, negroo negroo". Imposible pasar desapercibido, ser uno más.
Supongo que en el caso de los jugadores orientales (Chinos, Japoneses, etc) se obtendrían resultados similares, aunque solo se conoce un precedente (como olvidar a Takahara, también conocido como taka-gol, quién solo convirtió una vez en el único campeonato en el que participó) el cual es material insuficiente para elaborar un análisis serio.
No pretendo llegar a una conclusión, ni mucho menos hacer un análisis exhaustivo de la mentalidad del hincha argentino. Pero me llama mucho la atención la expectativa que se genera cada vez que un negro pisa una cancha argentina. Y eso que Pelé hubo uno solo...

(Esta reflexión no pretendió ser un homenaje a Desábato)

El "balín", un atleta de Cristo en plena acción

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Top 5: mejores canciones del 2006 (hasta el momento)

1_ You have killed me (Morrissey): me cuesta escuchar un disco entero de Morrissey (lo mismo me sucede con los Smiths) pero siempre se las arregla para meter algún hit sin fecha de vencimiento. El gordo lo hizo de nuevo.
2_ Infra-red (Placebo): tema superbailable, aunque la letra es medio boluda. Tiene un estribillo muy pegadizo, y es mi canción favorita para escuchar arriba de un bondi.
3_ Heart in a cage (The Strokes): temón. Ideal para levantar el ánimo cuando uno viene medio depre. Cada vez que lo escucho quiero cagar a trompadas a alguién... sentimiento que desaparece ni bién concluye la canción (lástima)
4_ Life Wasted (Pearl Jam): su último trabajo no está nada mal. No tenía el menor interés en escuchar lo nuevo de esta banda, y si no me hubieran regalado el CD (gracias Nadia una vez más) seguiría en esa postura. Creo que es de lo mejor de Pearl Jam (quizas a la altura de "Yield" o "Ten"). Elegí ese tema, pero pudo ser cualquier otro.
5_ Dani California (RHCP): fué el primer corte de difusión y me pareció bastante simpático (al menos el videoclip lo és). "Slow Cheetah" también es otra buena opción.

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Cleto vs Cleto

Parece que la realidad supera a la ficción una vez más, o que Matt Groening sigue obteniendo inspiración en personajes surgidos de nuestras pampas (ver caso A. A.), pero lo que sí es evidente es la existencia de un extraño "paralelismo" entre nuestro Cleto Ruiz Díaz, y el personaje Cleto de la serie animada de los Simpsons, el cual va mucho más allá del nombre de pila que comparten:
Cleto Ruiz Diaz: es correntino, vive en la miseria, tiene 37 hijos reconocidos de tres mujeres diferentes (si, supongo que con la misma jeje) y exige a la justicia que le practiquen una vasectomía que lo deje estéril, dado que piensa seguir fornicando sin utilizar forro, ya que según sus propias palabras "por lo que vale un forro, me compro un kilo de azucar". Esta afirmación da a suponer, por un lado, que en el litoral es un sacrilegio el consumo de mate amargo, y por el otro, dada la intensa actividad sexual de Cleto, que es mucho más factible que éste hombre se muera de diabetes antes de contraer el virus del sida por mantener relaciones carnales sin protección.
Cleto de los simpsons: vive en la periferia de Springfield, tiene una innumerable cantidad de hijos (juan, juanita, juanito, maría, etc, etc) es totalmente analfabeto, aunque al parecer, es monógamo. No parece gustar del mate.

Es pura casualidad?

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Pero Cameron: los gordos también pueden

Ni Ginóbili, ni Lebron James, ni Scola, ni Dirk Nowitzki. Ni bién arranque el próximo mundial de Basquet Japón 2006, estaré pendiente de un solo jugador: Pero Cameron. No se trata solamente del alero y goleador de Nueva Zelanda, sino también de uno de los deportistas más fuera de forma física que se conozca en cualquier deporte colectivo; pesa mas de 130 kilos y solo tiene 1,98 m. Para cualquier desprevenido que se enganche con el basquet, ver a Cameron en una cancha es casi un chiste de mal gusto (ver a un gordo siempre es cómico, más aún si se trata de un deportista). Pero el chiste se acaba al instante: tapadas, robo de balones, volcadas, asistencias y su especialidad de la casa, los triples (de jamón y queso, cuac!! si ya sé malísimo) hacen de Cameron uno de los jugadores más importantes del panorama basquetbolístico actual.
Si hubiese logrado desembarcar en la NBA, no tengo dudas que Cameron tendría que haber sido la figura más idónea para representar a Mc Donalds en el resto del mundo.

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