Sleeping (In the Fire) - Segunda parte
Continuación de Sleeping (In The Fire) parte I, fábula, relato o cuento donde se nos presenta la aventura onírica de quien les habla, y su fiel escudero, un enviado del inframundo, ícono de la Metal Hammer, hombre de pocas palabras si los hay. Que prosiga la historia nomás.
Sueño 2:
Situación: estoy ingresando a una especie de antro del metal, pero no es un antro común y corriente (ni tan sucio ni tan descuidado, para que se entienda) o sea, es un tugurio muy bien puesto, linda iluminación, buen sonido... eso sí, un ambiente de mierda (pero bién) de fondo se escucha la "Leyenda del hada y el mago" interpretada por una banda homenaje a Rata Blanca (dudo mucho que sean los originales, aparte estoy lejos del escenario, y el metal me chupa un huevo). Mi primera acción es la de siempre: me dirijo a la barra mas cercana en busca de mi cerveza habitual, pero entonces me percato de una presencia "familiar": sí es él, hace su aparición Mr Blackie Lawless, sentado en una banqueta, tomando un menjunje de un color rarísimo.
Rata blanca - La leyenda del hada y el mago
Yo: y bueno, acá estamos, que se supone que tengo que hacer?
Blackie Lawless no me habla, solo levanta el índice de su mano derecha y me señala el escenario, donde la banda sigue tocando, solo que ahora hay un componente extra, el cantante de la banda es idéntico a Ronnie James Dio! o sea, es igualíto al Dio de los ultimos años, totalmente hecho concha, canceroso y con un pelo de risa, pero es él, es su voz.
Yo: escuchame Blackie, Dio esta muerto, yo se que falleció, no puede ser él, hay alguna explicación para esto?
Lawless sigue sin hablarme, y su índice sigue señalando el escenario. No hay caso con este tipo pienso, no me queda otra que dirigirme hacia allá y ver que onda. Así que eso hago, a duras penas me voy abriendo camino entre los metaleros que estan al palo sacudiendo las porras y haciendo air guitars (algunos con un grado de posesion similar al de Jack Black en "Escuela del rock"). Logro acercarme bastante, lo suficiente como para corroborar que ese sujeto diminuto, viejo, casi senil, y con el microfono en la mano, es Dio (y esta cantando de puta madre!).
El tipo continua cantando al mismo tiempo que empieza a mirar hacia mi sector, como buscandome, como si supiera que yo estoy ahí. Hasta que en un momento nuestras miradas se cruzan, es un segundo nada mas, un segundo en que Dio arroja el microfono a la mierda y se manda un Stage diving del carajo, una volada del flaco Passet en dirección hacia mi persona, sin dejarme otra opción que no sea atrapar su cuerpo huesudo, pequeño, con mucho olor a chivo... en ese momento sentí que nunca un hombre me había generado tanto asco y admiración al mismo tiempo (ni siquiera Barreda)
Dio esta como asustado, me pide a los gritos que por favor lo saque de ese lugar, que tenemos que escapar cuanto antes, yo no entiendo la prisa y la desesperación del pobre hombre, pero su cara de pánico me empieza a convencer de que sería mejor hacerle caso, pero... a donde vamos? mientras trato de responderme ese interrogante, empieza a ocurrir un fenómeno inexplicable, imposible: de repente, toda la gente que estaba a nuestro alrededor, o sea, el público metalero, uno a uno empiezan a auto-incendiarce, a ver, como decirlo, se estan cremando en vida, otra que combustión espontánea!
El local esta envuelto en llamas, la gente está literalmente "en llamas", esto naturalmente seria una tragedia, una imagen dantesca, el infierno mismo, pero la gente "encendida" sigue estando ahí, como si nada alterase el normal curso de su existencia. A excepción de Dio y yo, que nos estamos quemando con las llamas ajenas, tragando humo mal, buscando inutilmente un lugar donde escapar. Pero no hay escapatoria, estamos rodeados de andromorfas llamas vivientes, cagamos fuego (nunca mejor dicho). Cuando peor pintaba la cosa, aparecio una mano enguantada y salvadora que nos arrastró a mi y al viejo hasta un sector mas respirable, una zona libre de "fuego friendly", y claro, el héroe no podia ser otro que Blackie Lawless, me dieron ganas de abrazarlo, aunque mas no fuera para alejarme un instante del podrido, mal oliente y ahora chamuscado Ronnie James Dio, pero no había tiempo para boludeces, Blackie vuelve a mostrarme su índice, esta vez en dirección a lo que parece ser una salida de emergencia. Cuando me estoy preparando para meter el pique de mi vida, Blackie me frena, y abre la boca para decirme lo que no necesitaba escuchar
Blackie Lawless: no tan rápido, el viejo va con vos
En fin, no me iba a poner a discutir con el hombre que me estaba salvando el pellejo, asi que agarro a Dio de un brazo y me lo llevo a la rastra. Juntos atravesamos a todo gas el tramo que nos separaba hasta la salida, tratando de esquivar como fuera posible la marea ígnea de gente, conteniendo la respiración hasta el límite. Finalmente logramos llegar a la bendita puerta de emergencia, sin pensarlo dos veces, me arrojo en palomita contra la puerta, que no opuso resistencia alguna (que boludez no? que necesidad tenía de arrojarme así, a lo Bruce Willis en Duro de matar?). Al fin estamos afuera, es de noche y esta fresco, el aire respirable me devuelve el alma al cuerpo, aunque el lugar donde estamos no me resulta nada familiar, enfrente del boliche hay una cancha de basquet callejero (basquet callejero? que es esto, el Bronx?!). A un par de metros, Dio esta tirado boca abajo en la acera, al parecer respira... y otra vez aparece Blackie Lawless!! no entiendo en que momento pudo salir este tipo, encima esta intacto ni siquiera tiene olor a humo! empiezo a dudar sobre él, no puede tratarse del mismo hombre, cual de los 3 Blackie Lawless será? o los 3 serán uno? será la santísima trinidad del metal? Blackie actúa como si todo le chupara un huevo, y me señala el fondo del callejón.
Yo: ya sé, no me digas nada, hay que irse
Continuará?
WASP - Sleeping In The Fire
Sueño 2:
Situación: estoy ingresando a una especie de antro del metal, pero no es un antro común y corriente (ni tan sucio ni tan descuidado, para que se entienda) o sea, es un tugurio muy bien puesto, linda iluminación, buen sonido... eso sí, un ambiente de mierda (pero bién) de fondo se escucha la "Leyenda del hada y el mago" interpretada por una banda homenaje a Rata Blanca (dudo mucho que sean los originales, aparte estoy lejos del escenario, y el metal me chupa un huevo). Mi primera acción es la de siempre: me dirijo a la barra mas cercana en busca de mi cerveza habitual, pero entonces me percato de una presencia "familiar": sí es él, hace su aparición Mr Blackie Lawless, sentado en una banqueta, tomando un menjunje de un color rarísimo.
Rata blanca - La leyenda del hada y el mago
Yo: y bueno, acá estamos, que se supone que tengo que hacer?
Blackie Lawless no me habla, solo levanta el índice de su mano derecha y me señala el escenario, donde la banda sigue tocando, solo que ahora hay un componente extra, el cantante de la banda es idéntico a Ronnie James Dio! o sea, es igualíto al Dio de los ultimos años, totalmente hecho concha, canceroso y con un pelo de risa, pero es él, es su voz.
Yo: escuchame Blackie, Dio esta muerto, yo se que falleció, no puede ser él, hay alguna explicación para esto?
Lawless sigue sin hablarme, y su índice sigue señalando el escenario. No hay caso con este tipo pienso, no me queda otra que dirigirme hacia allá y ver que onda. Así que eso hago, a duras penas me voy abriendo camino entre los metaleros que estan al palo sacudiendo las porras y haciendo air guitars (algunos con un grado de posesion similar al de Jack Black en "Escuela del rock"). Logro acercarme bastante, lo suficiente como para corroborar que ese sujeto diminuto, viejo, casi senil, y con el microfono en la mano, es Dio (y esta cantando de puta madre!).
El tipo continua cantando al mismo tiempo que empieza a mirar hacia mi sector, como buscandome, como si supiera que yo estoy ahí. Hasta que en un momento nuestras miradas se cruzan, es un segundo nada mas, un segundo en que Dio arroja el microfono a la mierda y se manda un Stage diving del carajo, una volada del flaco Passet en dirección hacia mi persona, sin dejarme otra opción que no sea atrapar su cuerpo huesudo, pequeño, con mucho olor a chivo... en ese momento sentí que nunca un hombre me había generado tanto asco y admiración al mismo tiempo (ni siquiera Barreda)
Dio esta como asustado, me pide a los gritos que por favor lo saque de ese lugar, que tenemos que escapar cuanto antes, yo no entiendo la prisa y la desesperación del pobre hombre, pero su cara de pánico me empieza a convencer de que sería mejor hacerle caso, pero... a donde vamos? mientras trato de responderme ese interrogante, empieza a ocurrir un fenómeno inexplicable, imposible: de repente, toda la gente que estaba a nuestro alrededor, o sea, el público metalero, uno a uno empiezan a auto-incendiarce, a ver, como decirlo, se estan cremando en vida, otra que combustión espontánea!
El local esta envuelto en llamas, la gente está literalmente "en llamas", esto naturalmente seria una tragedia, una imagen dantesca, el infierno mismo, pero la gente "encendida" sigue estando ahí, como si nada alterase el normal curso de su existencia. A excepción de Dio y yo, que nos estamos quemando con las llamas ajenas, tragando humo mal, buscando inutilmente un lugar donde escapar. Pero no hay escapatoria, estamos rodeados de andromorfas llamas vivientes, cagamos fuego (nunca mejor dicho). Cuando peor pintaba la cosa, aparecio una mano enguantada y salvadora que nos arrastró a mi y al viejo hasta un sector mas respirable, una zona libre de "fuego friendly", y claro, el héroe no podia ser otro que Blackie Lawless, me dieron ganas de abrazarlo, aunque mas no fuera para alejarme un instante del podrido, mal oliente y ahora chamuscado Ronnie James Dio, pero no había tiempo para boludeces, Blackie vuelve a mostrarme su índice, esta vez en dirección a lo que parece ser una salida de emergencia. Cuando me estoy preparando para meter el pique de mi vida, Blackie me frena, y abre la boca para decirme lo que no necesitaba escuchar
Blackie Lawless: no tan rápido, el viejo va con vos
En fin, no me iba a poner a discutir con el hombre que me estaba salvando el pellejo, asi que agarro a Dio de un brazo y me lo llevo a la rastra. Juntos atravesamos a todo gas el tramo que nos separaba hasta la salida, tratando de esquivar como fuera posible la marea ígnea de gente, conteniendo la respiración hasta el límite. Finalmente logramos llegar a la bendita puerta de emergencia, sin pensarlo dos veces, me arrojo en palomita contra la puerta, que no opuso resistencia alguna (que boludez no? que necesidad tenía de arrojarme así, a lo Bruce Willis en Duro de matar?). Al fin estamos afuera, es de noche y esta fresco, el aire respirable me devuelve el alma al cuerpo, aunque el lugar donde estamos no me resulta nada familiar, enfrente del boliche hay una cancha de basquet callejero (basquet callejero? que es esto, el Bronx?!). A un par de metros, Dio esta tirado boca abajo en la acera, al parecer respira... y otra vez aparece Blackie Lawless!! no entiendo en que momento pudo salir este tipo, encima esta intacto ni siquiera tiene olor a humo! empiezo a dudar sobre él, no puede tratarse del mismo hombre, cual de los 3 Blackie Lawless será? o los 3 serán uno? será la santísima trinidad del metal? Blackie actúa como si todo le chupara un huevo, y me señala el fondo del callejón.
Yo: ya sé, no me digas nada, hay que irse

WASP - Sleeping In The Fire
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