Soy el león domado

Las primeras sensaciones que tuve ni bien arrancó el show fueron bastante confusas: el comienzo con "el estanque", seguido de una descafeínada "deshacer el mundo" me dejó un par de certezas. La banda sonaba bien pero tampoco eran el derroche de energía que supieron ser 10 años atrás, en tanto que la gente era pura adrenalína, todos cantábamos todas las canciones, o mejor dicho las gritábamos con la vana intención de equiparar el registro vocal de Enrique Bunbury, inalterable a pesar del paso de los años. Pero éste dato, sumado al volumen no muy alto que salían de los altoparlantes, provocaba que la voz de la muchedumbre se impusiera por sobre el sonido de los héroes, y las primeras quejas del soberano se hicieron escuchar. Bunbury diría al respecto con su impecable tonada aragonesa "pero cómo? que no se escucha? (obteniendo un multitudinario NOOOO como respuesta)... pues, es porque ustedes cantan muy fuerte". Para cuando arrancó el segmento semiacústico, este problema ya estaba mas o menos solucionado. Esta fue la primer parte del show que empecé a disfrutar de verdad, fue un placer escuchar "la herida" o "fuente esperanza" con un sonido tan limpio y cuidado. Precisamente fue durante el acústico cuando se produjo el primer gran momento emotivo del show, con una brillante interpretación de "no mas lágrimas" sorprendentemente coreada por todo el estadio, con pogo incluído. Para ese momento deseaba que el segmento acústico se hiciera eterno: es que definitivamente muchas de sus canciones se disfrutan más en éste formato, y teniendo en cuenta lo poco convincentes que me habían parecido en el arranque... pero... ... lo mejor estaba por venir.


Si me tengo que quedar con una imagen del regreso de Héroes del Silencio, esta se produjo durante una de las ultimas canciones del show (no estoy seguro si fue en "tesoro") cuando Bunbury caminando lentamente por la pasarela fijaba su mirada en cada uno de los que estaban a escazos metros de él, y claro, yo era uno de ellos, cantando como un desaforado a riesgo de perder la garganta esa misma noche. Cuando me miró a los ojos tuve miedo de decirle algo gay, y que esto se entienda bien (mi heterosexualidad está fuera de toda discusión!), se trata de un groso de verdad, que encima la rompió, realizando el que tal vez sea el mejor recital que ví en mi vida y que difícilmente pueda ser superado... en fin, solo me salió decirle gracias. Gracias... totales.

Lo peor:
_El volumen demasiado bajo al principio
_Los desaforados (entre los que me incluyo) que fuimos a cantar todas y cada una de las canciones, y que no dejamos disfrutar al público mas tranqui
_que a un amigo le afanaron la billetera
_no tener una chica a mi lado en el momento en que sonó la chispa
_la insoportable publicidad del turismo de zaragoza
Lo mejor:
_la escenografía, majestuosa
_que mi amigo recuperó la billetera, aunque sin un peso
_que hayan tocado "bendecida"